Original disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2013/04/03/actualidad/1364969917_551089.html
Corea del Norte ha bloqueado este miércoles el acceso de los trabajadores surcoreanos al parque industrial de Kaesong, que se encuentra en territorio norcoreano, pero es operado de forma conjunta por los dos países. La medida se produce un día después de que asegurara que va a volver a poner en marcha todas sus instalaciones nucleares, incluido el reactor de la central de Yongbyon y la planta de enriquecimiento de uranio, que son fuentes potenciales de suministro de plutonio y uranio para su programa de armas atómicas.
El Ministerio para la Unificación surcoreano asegura que Pyongyang le ha informado de la cancelación de los movimientos hacia Kaesong, pero que ha permitido el regreso de los 861 ciudadanos del Sur que están en el complejo industrial, situado unos 10 kilómetros al norte de la frontera común. Según dice, las autoridades norcoreanas han citado como razón las recientes circunstancias políticas en la península coreana.
Unas 480 personas tenían previsto haber viajado este miércoles a Kaesong, donde 53.000 norcoreanos trabajan en 123 empresas surcoreanas. Cualquier medida que afecte al parque industrial reviste gran importancia, ya que fue creado en 2004 como símbolo de cooperación entre los dos países y es clave para el Norte. Pyongyang ha intentado siempre que las crisis y escaladas de tensión que periódicamente vive la región no le afecten, ya que supone una fuente vital de divisas para su frágil economía. La zona produjo bienes por valor de 450 millones de dólares (350 millones de euros) el año pasado.
Kim Hyung-suk, portavoz del Ministerio para la Unificación, ha calificado la decisión norcoreana de “muy desafortunada” y ha pedido que los movimientos sean normalizados “inmediatamente”. Seúl asegura que no le ha sido comunicado cuánto tiempo permanecerá en vigor la prohibición de tránsito, pero ha añadido que, de momento, las fábricas funcionan con normalidad. El Norte cortó la semana pasada ‘la línea roja’ de comunicación militar con Seúl, que permite a los trabajadores del Sur cruzar la frontera para trabajar en Kaesong. Desde entonces, las autorizaciones para que circulen las mercancías y los empleados estaban siendo dadas de forma verbal a través de intermediarios.
El ministro de Defensa del Sur, Kim Kwan-jin, ha afirmado que está analizando todas las opciones posibles para garantizar la seguridad de los surcoreanos que se encuentran en Kaesong, incluidas acciones militares en el peor de los casos, informa la agencia del Sur Yonhap.